«Cuando la miró a los ojos, aprendió la parte más importante del idioma que hablaba todo el mundo, el idioma que todos en la tierra eran capaces de entender en su corazón. Fue amor. Algo más antiguo que la humanidad, más antiguo que el desierto. Lo que sintió el chico en ese momento fue que estaba en presencia de la única mujer de su vida, y que, sin necesidad de palabras, ella reconoció lo mismo. Porque cuando conoces el idioma, es fácil entender que alguien en el mundo te espera, ya sea en medio del desierto o en alguna gran ciudad. Y cuando dos de esas personas se encuentran, el pasado y el futuro dejan de ser importantes. Solo existe ese momento, y la increíble certeza de que todo bajo el sol ha sido escrito con una sola mano. Es la mano que evoca el amor y crea un alma gemela para cada persona del mundo. Sin ese amor, los sueños de uno no tendrían sentido.» - Paulo Coelho
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