Desde que comencé a trabajar como fotógrafo de bodas en Bilbao y el norte de España, he tenido siempre una idea muy clara: crear una fotografía atemporal, sincera y libre de artificios. Me gusta captar a las personas tal y como son, sin poses forzadas ni momentos fingidos. Cada pareja, cada historia y cada boda son distintas, y eso es lo que me inspira a dar lo mejor de mí en cada reportaje. Después de haber acompañado a muchas parejas en su gran día, sigo afrontando cada boda con la misma emoción y compromiso que al principio. Sé lo importante que es este momento para vosotros, y asumo con responsabilidad el privilegio de contar vuestra historia con honestidad y sensibilidad.

La luz natural guía todo mi trabajo. No utilizo filtros que cambien la esencia de lo vivido. Porque la belleza está ahí, solo hay que saber mirarla.

Me emociona estar detrás de la cámara, capturando esos instantes irrepetibles que solo suceden una vez. Creo profundamente en la importancia de conservar la magia de lo efímero a través de una mirada elegante, natural y cercana.

Confío en la belleza de lo auténtico. Por eso, en vuestro gran día, solo tenéis que centraros en disfrutar. Yo me encargaré de observar, sentir y fotografiar cada momento tal y como sucede, para que podáis revivirlo tal cual fue: real, sincero y lleno de emoción.

"Fotografío recuerdos con alma, para toda la vida."

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