«Y mientras estaba sentado a tu lado, me di cuenta de lo hermosa que eres en realidad, tanto por dentro como por fuera. Primero, me enamoré de tu tímida pero linda confianza cuando nos conocimos. Y luego me di cuenta de que tienes corazón verdaderamente hermoso. Me enamoré de tu amable y cariñosa personalidad y humor. Quería tu corazón y todo eso. Cuando nos encontramos solos por primera vez, mi corazón latía con fuerza en mi pecho, mis manos temblaban junto a las tuyas y mi mente estaba llena de preguntas y emociones. Luego, cuando me miraste profundamente a los ojos y me mostraste esa sonrisa, es como si el mundo entero se detuviera. Solo eras tú a quien quería, solo tú y yo, juntos. Creo que fue entonces cuando realmente me enamoré de ti; cuando me di cuenta de que nuestros pedazos rotos encajaban, y las partes de mí que una vez había perdido, ahora las había encontrado de nuevo contigo. Tal vez seamos solo otra historia de amor cursi, pero está bien. Vale más que un par de páginas. Tú vales el mundo; así que decidí darte la mía y hacerme tuya.»
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